atrapamiento del nervio pudendo

¿Qué es el atrapamiento del nervio pudendo y cómo se trata?

El atrapamiento del nervio pudendo es una condición que provoca dolor crónico en la zona pélvica, afectando áreas como el perineo, los genitales y el recto. Esta dolencia, aunque poco conocida, impacta notablemente en la calidad de vida al dificultar actividades diarias como sentarse o caminar. En este artículo, te explicamos sus causas, síntomas y opciones de tratamiento para aliviar este dolor y mejorar el bienestar.

¿Qué es el nervio pudendo?

El nervio pudendo es un nervio mixto (sensitivo, motor y del sistema nervioso autónomo) que se encuentra en la región pélvica, siendo su origen a nivel del sacro.

La función principal del nervio pudendo es proporcionar inervación sensitiva a los genitales externos en ambos sexos y a la piel alrededor del ano, conducto anal y periné.

En cuanto a la parte motora del nervio, desempeña un papel importante en el control de los músculos del suelo pélvico y, de los esfínteres externos (uretral y anal), Por tanto, interviene directamente en la micción, la defecación y por supuesto en la continencia.

Por otro lado, la función autonómica del nervio pudendo es responsable de la erección, la eyaculación y proporciona las sensaciones de necesidad de vaciado vesical y rectal.

¿Qué es el atrapamiento del nervio pudendo?

El atrapamiento del nervio pudendo o neuralgia del pudendo por compresión es la afectación de dicho nervio en alguno de los puntos de su recorrido desde el sacro a la región perineal. Afectando de esta manera a la correcta funcionalidad del nervio, siendo el síntoma principal el dolor.

Debido a su recorrido anatómico, es un nervio que puede verse comprometido por las estructuras que lo rodean, pero también por otras causas.

Podemos hablar de 4 tipos según el nivel de compresión:

  • Tipo I: atrapamiento debajo del músculo piriforme cuando el nervio pudendo sale de la escotadura ciática mayor.
  • Tipo II: atrapamiento entre ligamentos sacrotuberoso y sacroespinso.
  • Tipo III: atrapamiento en el canal de Alcock.
  • Tipo IV: atrapamiento de ramas terminales del nervio.

Recientemente, se ha descubierto que no solo se puede producir compresión por estructuras musculoesqueléticas o ligamentosas, sino que también puede verse comprometido por los grandes vasos pélvicos que discurren junto a los nervios pélvicos.

Generalmente, la compresión se debe a lesiones mecánicas durante intervenciones quirúrgicas, actividad física, el parto, accidentes, compresión directa, etc.

Pero, también existen causas no mecánicas, que suelen incluir enfermedades sistémicas que provocan inflamación y edema.

Síntomas del atrapamiento del nervio pudendo

El síntoma más característico del atrapamiento del nervio pudendo es el dolor neuropático (tipo calambre, ardor, quemazón) a lo largo de su recorrido, que incrementa al sentarse y se alivia al tumbarse, ponerse de pie o al caminar. También, pueden referir sensación de cuerpo extraño en la vagina o el recto, a menudo descrita como sentarse sobre una pelota de golf

Además, un porcentaje de los pacientes presenta síntomas motores, en forma de incontinencia, similar a los síntomas del prolapso uterino, y/o dolor con la micción y/o defecación por afectación de los esfínteres externos y del músculo elevador del ano.

También puede afectar a la función sexual ocasionando dolor (dispareunia) que dificulta o imposibilidad mantener relaciones sexuales y/o disminución de la sensibilidad en los genitales e incluso puede llegar a la anorgasmia.

Causas de esta afección

Puede haber diferentes causas que originen el atrapamiento o compresión del nervio pudendo. En ocasiones, puede haber más de una causa que justifique la compresión.

  • Traumática; impactos repetidos (ciclismo, hípica, etc.), tras cirugía pélvica o coloproctología (hemorroides, fístula o fisuras anales), tras el parto, por esfuerzos repetidos (estreñimiento crónico)
  • Variaciones anatómicas: dismetrías, inestabilidad sacroiliaca, fibrosis en ligamento sacroespinoso o ligamento sacrotuberoso.
  • Cicatrices/fibrosis: episiotomía, desgarros en el canal del parto, tras cirugías, etc. El tejido cicatricial puede genera una fibrosis que traccione o comprima al nervio pudendo en alguno de los puntos de su recorrido.
  • Por procesos inflamatorios, autoinmunes e infecciones víricas.
  • Por lesiones ocupantes de espacio, como en casos de neurofibromas y por quistes ganglionares.

¿Cómo se diagnostica?

El atrapamiento del pudendo no suele estar bien diagnosticado o se confunde con otros trastornos del suelo pélvico con los que comparte sintomatología.

Es por ello, que en el diagnóstico es muy importante realizar una buena historia clínica y una exhaustiva exploración física.

Al realizar el diagnóstico diferencial hay que valorar trastornos como el síndrome miofascial del suelo pélvico, la vulvodinia, la prostatitis crónica, la prostatodinia, la cistitis intersticial y los quistes de Tarlov.

Además, se ha establecido una serie de criterios diagnósticos llamados criterios de Nante. Estos criterios ayudan a confirmar la existencia de una afectación del nervio pudendo, aunque en la actualidad han demostrado ser insuficientes. Estos criterios son:

  • Dolor en la distribución anatómica del n. Pudendo
  • Agravamiento de los síntomas en sedestación
  • El dolor no le despierta por la noche
  • Ausencia de déficit sensoriales en la exploración clínica
  • Mejoría del dolor con un bloqueo diagnóstico del n. Pudendo

Se consideran criterios de exclusión la existencia de dolor limitado al área coccígea, glútea o abdominal baja, dolor paroxístico o prurito y el hallazgo de otras causas por técnicas de imagen.

Como ya hemos comentado, actualmente se ha demostrado que son incompletos. Un dato clínico relevante es que suele ser unilateral o de distribución asimétrica. Esto se debe a que estos pacientes asocian patología miofascial secundaria a trastornos adaptativos (estrés, ansiedad, etc.).  Si es bilateral o de distribución simétrica, suele ser por patología secundaria a trauma, raquídea, sensibilización del sistema nervioso, etc.

En cuanto a las pruebas médicas, actualmente no existen estudios para diagnosticar definitivamente la afectación la neuralgia del nervio pudendo. Sin embargo, los estudios neurofisiológicos se recomiendan comúnmente para la evaluación diagnóstica y el seguimiento del tratamiento. Además, la resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) abdominal, de la columna lumbosacra y de la pelvis se utilizan habitualmente para excluir diagnósticos diferenciales y para bloqueos nerviosos guiados por imágenes.

¿Cómo se trata el atrapamiento del nervio pudendo?

El tratamiento para el atrapamiento del nervio pudendo es principalmente conservador y, solo se contemplará realizar una descompresión quirúrgica del nervio pudendo en casos en los que no respondan al tratamiento conservador.

El abordaje debe ser multidisciplinar y cobrará mucha importancia el tratamiento médico-farmacológico, la terapia cognitivo conductual y, en especial, el tratamiento del suelo pélvico con fisioterapia.

El tratamiento tiene como objetivo controlar los múltiples síntomas del dolor neuropático y la sensibilización del sistema nervioso central que aparece comúnmente en pacientes con neuralgia del nervio pudendo.

La terapia cognitivo-conductual se recomienda como terapia complementaria o adyuvante en pacientes con neuralgias del pudendo que también demuestran efectos psicológicos asociados con el dolor crónico, incluyendo ansiedad, melancolía, depresión, hipervigilancia, kinesiofobia, disfunción sexual, falta de motivación para el abordaje de la disfunción, etc.

Para ello, es importante que antes de realizar cualquier tipo de técnica, enseñemos al paciente conceptos básicos sobre la fisiología del dolor en el organismo. El objetivo es que el paciente entienda qué le ocurre y qué factores pueden influir en el agravamiento o mejora del dolor.

En cuanto a las técnicas de fisioterapia, son varias las terapias utilizadas para el control de la sintomatología en el atrapamiento del nervio pudendo. Algunas de ellas son:

  • Técnicas de terapia manual para reducir el dolor, reducir el tono muscular, mejorar la flexibilidad de los tejidos y ayudar a mejorar el flujo sanguíneo.
  • Terapia con diatermia para normalizar el tono de la musculatura perineal y de la musculatura adyacente y, por tanto, disminuir el dolor.
  • Ejercicios de respiración diafragmática, ya que tienen un efecto en el alivio del dolor, el estrés y la ansiedad, entre otros de sus beneficios.
  • Neuromodulación para la regulación de la actividad del sistema nervioso, produciendo así un alivio del dolor y una mejora de la función.
  • Ejercicios de movilidad y estiramiento enfocados a la liberación del nervio pudendo.
  • Ejercicios de contracción activa de la musculatura del suelo pélvico y, de la musculatura adyacente como lumbar, abdominal, glúteos, etc.

En Gravity, nos dedicamos a ayudar a nuestros pacientes a aliviar el dolor y recuperar su bienestar. Si sufres de atrapamiento del nervio pudendo o presentas síntomas asociados, contáctanos para ofrecerte una evaluación detallada y un tratamiento personalizado. Nuestro equipo de especialistas trabajará contigo para mejorar tu calidad de vida y ayudarte en tu proceso de recuperación.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *