incontinencia urinaria e intestinal

Causas y tratamiento de la incontinencia urinaria e intestinal

La incontinencia urinaria e intestinal afecta la capacidad de controlar voluntariamente la vejiga o los intestinos, generando pérdidas involuntarias de orina, heces o gases. Más allá de sus implicaciones físicas, esta condición puede impactar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. En este artículo, abordaremos sus causas, y tratamientos disponibles para mejorar el bienestar.

¿Qué es la incontinencia urinaria e intestinal?

La incontinencia es la pérdida involuntaria del control sobre la vejiga y /o los intestinos, provocando fugas accidentales de los líquidos, material fecal y de gases. La incontinencia, además de ser un problema físico, también puede perturbar la calidad de vida si no se mantiene bajo control ni se trata como corresponde.

Causas de la incontinencia urinaria

La incontinencia tiene múltiples factores causales, siendo más frecuente que pueda darse por combinación algunos de estos:

  • Debilidad del esfínter urinario o de los músculos de la pelvis (incompetencia del tracto de salida de la vejiga)
  • Obstrucción del camino de salida de la orina desde la vejiga (obstrucción del tracto de salida de la vejiga)
  • Espasmo o hiperactividad de los músculos de la pared de la vejiga (a veces denominada vejiga hiperactiva)
  • Debilidad o hipoactividad de los músculos de la pared de la vejiga
  • Falta de coordinación entre los músculos de la pared de la vejiga y el esfínter urinario
  • Aumento del volumen de orina
  • Problemas funcionales

¿Quién es más probable que padezca incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es más frecuente en las mujeres que en los hombres debido a algunos factores que pueden aumentar ese riesgo, como lo son:

  • Cambios en el tejido urinario o vaginal debido a terapia hormonal, cirugía, quimioterapia o terapia dirigida.
  • Cambios hormonales de la menopausia.
  • Ciertos síntomas de prolapso uterino, como dolor al sentarse: la vejiga, el útero y/o el recto pueden deslizarse hacia atrás o hacia abajo en el canal vaginal debido a la debilidad de los músculos de la pared pélvica.
  • Parto vaginal.
  • Histerectomía (extirpación quirúrgica del útero).

En el caso de los hombres, algunos factores que pueden aumentar el riesgo de incontinencia urinaria son:

  • Cáncer de próstata o cirugía prostática
  • Tener una próstata agrandada (una afección conocida como hiperplasia benigna de próstata)

Tipos de incontinencia urinaria

En cuanto a los tipos de incontinencia, podemos hablar de 4 tipos:

Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE)

Se caracteriza por una pérdida de orina provocada por un aumento de la presión abdominal sobre la vejiga, que puede producirse al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar peso.

Es el tipo de incontinencia más frecuente en mujeres. Por lo general, se debe a un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico. La debilidad de la musculatura elevadora del ano genera una hipermovilidad de la uretra, debida a la falta de sujeción por parte de dicha musculatura.

Incontinencia urinaria de urgencia (IUU)

La incontinencia urinaria de urgencia se manifiesta como un deseo repentino, intenso e imperioso de orinar, acompañado de una contracción inmediata de la vejiga que conduce a la pérdida involuntaria de orina. Puede producirse varias veces a lo largo del día e incluso durante la noche. La causa principal de este tipo de incontinencia es la vejiga hiperactiva.

Incontinencia urinaria mixta (IUM)

Consiste en la coexistencia de los dos tipos de incontinencia urinaria mencionados previamente: de urgencia y de esfuerzo.

Incontinencia urinaria por rebosamiento o paradójica

Se produce en pacientes con procesos obstructivos en el tramo urinario inferior debido al vaciado incompleto de la vejiga. Cada vez que la persona orina, queda una pequeña cantidad de orina residual y, por ello, se acumula poco a poco, causando pérdidas de orina cuando la vejiga se llena.

También, la debilidad o hipoactividad de los músculos de la pared de la vejiga puede ocasionar una incapacidad para orinar (retención urinaria). La retención urinaria puede conducir paradójicamente a la incontinencia por rebosamiento debido a la fuga de orina en una vejiga demasiado llena. Por otro lado, es frecuente que se pueda dar por combinación de las dos causas anteriores.

Causas de la incontinencia intestinal

Tener escapes accidentales de heces o gases es incontinencia intestinal o también llamada incontinencia fecal.

La incontinencia intestinal puede ser causada por:

  • Debilidad de los músculos del suelo pélvico
  • Por cirugías rectales
  • Daños en esfínteres anales
  • Daño nervioso
  • Episodios de diarrea
  • Enfermedades neurológicas
  • Enfermedades del tracto digestivo
  • Prolapso rectal a través de ano o vagina
  • Hemorroides
  • Procesos oncológicos (posición del tumor y tratamientos realizados como radioterapia)

Tipos de incontinencia intestinal

Incontinencia de urgencia

La incontinencia de urgencia es el tipo más común de incontinencia fecal. Cuando una persona tiene incontinencia de urgencia, siente una fuerte urgencia de defecar, pero no puede detener la deposición antes de llegar al inodoro. También sienten que no son capaces de contener los gases es su día a día.

Si la persona tiene incontinencia de urgencia, quizás los músculos del suelo pélvico sean demasiado débiles para retener la evacuación o puede que venga por otras causas como lesión en la musculatura del suelo pélvico, lesión en esfínteres o daño de los nervios.

Incontinencia pasiva

Cuando una persona tiene incontinencia pasiva, la fuga de material fecal y gases se produce sin que la persona lo sepa, incluso sin percibir en su cuerpo la necesidad de ir al baño a defecar. Si se tiene incontinencia pasiva, tal vez el cuerpo no pueda detectar cuando el recto está lleno.

Complicaciones de la afección

Unas de las complicaciones principales que conlleva cualquier tipo de incontinencia, ya sea urinaria o fecal, es la afectación en la calidad de vida debido a la ansiedad, el estrés que supone y la angustia emocional y social. Con frecuencia las personas con incontinencia sienten miedo a tener escapes en situaciones inadecuadas, sienten vergüenza, pierden autoestima, se sienten frustrados y enfadados por la situación.

Todo este conjunto de sensaciones les lleva que se acaben aislando socialmente; de manera que dejan de realizar sus actividades diarias como hacer deporte, ir al trabajo, ir a reuniones sociales, viajar, etc.

A nivel físico, los problemas que puede causar los episodios de incontinencia son principalmente:

  • Malestar o irritación de la piel alrededor de la vagina y ano.
  • Infecciones urinarias por la humedad generada de manera constante en los genitales, así como por los residuos de orina en la uretra o de material fecal en el ano, cuyas bacterias pueden llegar a la uretra.
  • Infecciones vaginales en el caso de las mujeres, debido tanto a la humedad, como a las bacterias resultantes de la orina o del material fecal.

Tratamiento de la incontinencia urinaria e intestinal

El tratamiento de la incontinencia urinaria y de la incontinencia intestinal se basará en la reeducación pelviperineal. En esta reeducación se trabajará con fisioterapia del suelo pélvico para su el fortalecimiento, se aprenderá a realizar una buena gestión de las presiones intraabdominales para controlar los escapes y se enseñarán unas pautas de higiene miccional y defecatoria.

Tipos de ejercicios

Para desarrollar el tratamiento, se llevará a cabo el siguiente tipo de trabajo:

  • Ejercicios de contracción activa del suelo pélvico (ejercicios Kegel).
  • Electroestimulación de la musculatura de suelo pélvico.
  • Uso de biofeedback para reeducar la micción y la defecación; así como para ayudar también el trabajo de la musculatura de suelo pélvico.
  • Ejercicios de patrón respiratorio para controlar las presiones intraabdominales en los esfuerzos y en gestos como la tos.
  • Ejercicios para fortalecer la faja abdominal, incidiendo en el trabajo del transverso; el cual nos va a ayudar, juntos con la respiración, a hacer esa gestión de las presiones internas que se generan al realizar los esfuerzos.
  • Ejercicios funcionales que impliquen la activación conjunta del suelo pélvico y el transverso en coordinación con el patrón respiratorio.

Además, dependiendo del caso y del tipo de incontinencia, podemos hacer uso de técnicas como la neuromodulación del tibial posterior en pacientes con incontinencia de urgencia y; podemos hacer uso de la radiofrecuencia (diatermia) para mejorar la activación muscular, potenciar la circulación local, e incluso ayudar a mejorar la composición de colágeno de los tejidos.

Medidas de higiene miccional y defecatoria

Como hemos dicho anteriormente, una de las partes del tratamiento es enseñar a nuestros pacientes una serie de medidas de higiene miccional y defecatoria para llevar a cabo en el día a día. Estas medidas son:

  • No pujar al miccionar.
  • No cortar el chorro durante la micción.
  • No hacer micciones preventivas.
  • Poner un taburete en los pies para defecar.
  • Evitar llevar compresas y salvaslips debido a los materiales que tienen y la humedad que generan en el periné.
  • Evitar el estreñimiento.
  • Limpiarse de delante hacia atrás cuando se va al baño.
  • Evitar el uso de productos perfumados o irritantes en la zona vaginal como las toallitas.

En Gravity, estamos comprometidos con mejorar tu bienestar y aliviar tus molestias. Si experimentas incontinencia urinaria o intestinal, no dudes en contactarnos. Te ofrecemos una evaluación personalizada y un tratamiento diseñado especialmente para ti.

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